¿ES JUSTO PERDONAR UNA INFIDELIDAD?



Yo me considero uno de esos especímenes raros que todavía creen en la lealtad y en la fidelidad, a pesar de que no me hayan manifestado la misma gentileza en algunas de mis relaciones. 

Me preguntaba un amigo hace unos días si yo perdonaría una infidelidad y le conteste con un SI, pero con un rotundo VOLVER NUNCA. Lo que esta claro es que  los engaños, amorosos y sexuales, están a la orden del día. Cada día, alguien, en algún lugar, descubre que le han estado engañando y que lo que creía que era una relación segura, estable y llena de buena voluntad —fundamentada en el amor y la confianza—, en realidad es poco más que una indeseable e inoportuna mentira.

Perdonar no es fácil, porque atenta contra nuestro orgullo y nuestros derechos, Por esta razón considero que el perdón es injusto  por naturaleza, y  en ello precisamente radica su poder. 

Pensemos con claridad, ¿Nos  parece lógico perdonar a alguien porque nos ha tratado muy bien? "te perdono por lo bueno que has sido conmigo, porque me agradas y me tratas con respeto". No tiene sentido, el perdón debe aplicarse justamente cuando no sentimos algo bonito hacia el otro, cuando nos han lastimado: "decido perdonarte a pesar de lo que me  has hecho, a pesar de lo que siento". 

No estoy diciendo que sea fácil, por el contrario, sé por experiencia propia que es difícil e injusto, pero es la única forma que conozco para sanar nuestro corazón de las heridas causadas por un golpe emocional importante. Cuando aplicamos el perdón lo que pretendemos es hacer a un lado la falta en aras de sanar interiormente o recuperar una relación que puede perderse, aunque sea injusto.

Mi amigo me preguntaba si no es un acto hipócrita perdonar a alguien a pesar de continuar sintiendo dolor. Y yo creo que no, porque  es exactamente lo contrario. La hipocresía no radica en lo que sentimos, sino en el propósito de lo que hacemos. Es normal que experimentemos  emociones de dolor y rabia contra quien nos ha fallado o agredido y no es necesario dejar de sentir eso para perdonarle. De hecho generalmente es la decisión de perdonar a esa persona lo que va a iniciar en nosotros el proceso para dejar de sentir rencor contra el otro.

Jamás perdonaremos a alguien para hacer justicia, lo hacemos para intentar restaurar y recuperar la relación o simplemente sanar  el alma. La justicia, en las relaciones humanas, jamás sirve para unir a la gente, sino para separarla de forma equitativa. Cuando aplicamos justicia lo que realmente buscamos es que el otro pague las consecuencias de sus actos; que viva lo que le corresponde, que obtenga lo merecido.

Cuando me ocurrió esto, por mi mente pasó que  lo justo sería hacer pagar al indeseable con la misma moneda, o por lo menos dejar de tratarle amablemente, porque es lo que se merece. Eso es justo, sin embargo estoy segura que al responder así tampoco acertaría con la decisión, tan solo aplicaría la ley del talión "ojo por ojo, diente por diente" y donde las dos partes seguramente saldríamos aun mas lastimados y probablemente no me habría sentido mejor ; Bien lo definió un fraile dominico: "¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona".

Es necesario recordar que perdonar no es olvidar, sino recordar sin rencor. Por lo tanto  primero decidimos perdonar y después empezamos a sentirnos mejor. Así opera el perdón.



Comentarios

Entradas populares de este blog

LAS VEGAS EN 5 DIAS

"DE LAS AGUAS MANSAS LÍBRAME SEÑOR QUE DE LAS BRAVAS ME LIBRO YO”

TEMPLO DEL DIOS SOBEK EN KOM OMBO