SOY UNA BUENA MUJER

Me considero una buena mujer y una buena persona. Y no hay quién lo refute porque nunca he sido una persona desleal, ni infiel. Fácilmente llevaba más de dos años sin un novio y por ahí unos doscientos desde la última vez que me oí diciendo un te amo o me descubrí necesitando abrazos sin piedad o me sentí buscando besos en las noches o dando miradas desde el corazón.

He sido una buena soltera he estado tanto tiempo sola y tranquila, pasándolo bien, que no me dejaba  arrebatar eso de cualquiera. Porque no cualquiera podía  llegar y quedarse. Soy una buena mujer que sabe que un besito o un abrazo no se le niega a nadie, pero el corazón, el corazón se le niega a todos.

He pasado por esos  días difíciles en los que necesitaba  un abrazo mágico revitalizador o un beso de consuelo sobreprotector o una mirada de complicidad, o una revolcada frenética o la sencilla necesidad de saberlo ahí, y que no este, todo esto me han hecho aprender a valorarme, porque cuando decido querer lo hago con un amor puro y verdadero .

Soy una buena mujer de esas que vive por ella misma, soy una  persona que quiere y cuando se entrega lo hace de corazón pero  Quiere y exige que le regalen el corazón y lo imposible, que la consientan y la contemplen, que se desvivan y lo demuestren.

Soy una  mujer que quiere un amor, pero cada vez encuentro más difícil conseguirlo, Soy de las personas que  odian y aman al amor en el mismo minuto,  lo creen  imposible pero siguen siendo románticas al punto que creen que serán protagonistas de imposibles historias de amor. No confío en los libretos tradicionales de los hombres y desde el minuto cero que conozco  a alguno estoy  esperando que salga con alguna decepcionante salida, como todos.

A veces puedo parecer  muy ruda, pero en el fondo solo soy una persona  sensible protegiendo a mi  corazón. Soy  Una persona que  luego de tantos ires y venires, cansada, sabe hasta donde debe luchar y cuando  debe largarse.

Creo en la magia y en los amores a primera vista, me enamoro con las historias ajenas, lucho porque triunfe siempre el amor y estoy acostumbrada, aunque nunca parezca, a perder, a perder en cosas del amor.